Dead Rising 2: Case West: Análisis

“A primera vista un humilde veterano de vodevil en el papel de
víctima y villano por vicisitudes del destino, este “visage” ya no más
velo de vanidad es un vestigio de la vox populi ahora vacua,
desvanecida. Sin embargo esta valerosa visión de una extinta vejación se
siente revivida y ha hecho voto de vencer el vil veneno de estas
víboras en avanzada que vela por los violentos viciosos y por la
violación de la voluntad. El único veredicto es venganza, vendetta, como
voto, y no en vano, pues la valía y veracidad de ésta un día vindicará
al vigilante y al virtuoso”.

Como si de V se tratase (el personaje del cómic de Alan Moore, `V de Vendetta´) Chuck Greene busca venganza y verdad por partes iguales y sabe que tan solo podrá encontrarla con violencia.
Considerado un terrorista por todo el mundo tras información manipulada
ofrecida en los medios de comunicación, a Greene tan solo le queda
viajar al núcleo del apocalipsis zombi –la fábrica de una empresa
farmacéutica llamada Phenotrans- para buscar pruebas con las que
demostrar su inocencia.


Pero esta vez no está solo; le acompaña Frank West, el protagonista del primer Dead Rising que aquí es presentado como una estrella invitada de Hollywood.
Parece más viejo, más calmado y más seguro de sí mismo, y tiene, al
igual que Greene, una razón de doble filo para infiltrarse en
Phenotrans; la búsqueda de la verdad como periodista y venganza por la
muerte de Rebecca Chang, una reportera asesinada a sangre fría por un
agente de la diabólica empresa.


Vi veri Veniversum vivus vici


"Por el poder de la verdad, mientras viva, habré conquistado el universo. " Este bien podría ser el lema de Chuck Greene y el de Frank West (al igual que el de V, Aleister Crowley y Fausto) que
les empujaría a viajar a las instalaciones de Phenotrans sin mirar
atrás, hasta el punto de que Greene ni siquiera se para a pensar en
Katey, su hija, que no aparece en ningún momento en este capítulo.


Una vez allí comienza la acción que ofrece exactamente lo mismo que Dead
Rising 2, esta vez a través de 8 casos que transcurren en un tiempo
ficticio de 2 días. El estudio Blue Castle Games bien podría escribir
un libro titulado “El abecé de las secuelas y los contenidos
descargables” ya que hay que reconocer que son grandiosamente buenos en
lo que hacen: copiar. Ya no se trata solamente de que una compañía siga
sacando secuelas y versiones de sus sagas, exprimiendo la novedad hasta
el hastío, si no que –probablemente aburridos de sí mismos- encargan
esos refritos a otros estudios en un acto casi parasitario.


En esta ocasión tratándose de un capítulo de menor importancia y
duración, todo aparece antes. Los problemas, las misiones, las armas
interesantes e incluso los vehículos. La novedad de este DLC al ir
acompañados de Frank West, es que es posible -y recomendable- sacar
fotografías a determinados posters o mapas que decoran la pared de las
instalaciones de Phenotrans. Recibes más puntos de experiencia y puedes
escuchar algún que otro comentario divertido.


La narrativa presenta personajes desconocidos hasta el momento como
Isabela Keyes, la directora del complejo, psicópatas como Harjit Singh o
supervivientes; empleados de Phenotrans vestidos con bata de
científico. Hay nuevas armas, nuevos trajes y peinados (sí, está el pelo
de Einstein) y un mapeado interior por explorar. El modo cooperativo
solo es posible a través de Xbox Live y la única pega es que no existe
la opción de seleccionar el personaje que queremos controlar; el que
crea partida es Chuck Greene y el que se une jugará como Frank West. Así
de simple.


Un `time extended´ divertido para los que se hayan quedado con ganas
de más después de derrotar a Tyrone King en Dead Rising 2 y, sobre todo,
complaciente con los fans al recuperar a Frank West en formato `guest
star´. No obstante has de saber que la historia no se resuelve en este
DLC y que el guión queda abierto para una posible tercera parte.


Si te interesa el tema y aún tienes `hambre´ de zombis, entonces
deberías ver “Diario de los Muertos” de George A. Romero (quizás su
mejor película después de La Noche de los Muertos Vivientes) o leer el
cómic titulado “Los Muertos Vivientes” escrito por Robert Kirkman; no,
mejor no te molestes en ver la serie. También has de saber que después
de hacerlo, difícilmente volverás a sentir intereses por un videojuego
de zombis, así que tú mismo.