Del Bionic Commando original al remake de Grin no hubo apenas
diferencias, manteniendo todo el aspecto jugable intacto, incluyendo la
dificultad endiablada que caracterizaba a muchos juegos de la época.
Grin ya no existe, así que esta secuela, que corre a cargo de Fatshark,
pretende ser una continuación fiel que cuenta con ciertos añadidos del Bionic Commando 3D protagonizado por el hombre de las rastas, que misteriosamente es el mismo que el señor de bigote que encarnamos aquí.
Bionic Commando Rearmed 2 juega a ser un
más de lo mismo mejorado, aunque sólo es capaz de quedarse a medio camino, con mejoras
que no son tales realmente, y dando un aspecto global de título más
descuidado, imperfecto,
nada que ver con el original aunque a simple vista sea igual.
Este nuevo plataformas de acción tiene la misma premisa, avanzar por
los niveles haciendo buen uso del brazo biónico de Spencer para
balancearse y alcanzar tierra para seguir acabando con el ejército
enemigo de un señor con un parecido reseñable a cierto dictador cubano y
evitar que su isla envíe misiles contra el país poderoso. Cuánta
acidez, madre mía.
Como buen intento de juego retro, la historia es un pretexto
perfectamente obviable, así que pasemos a la acción. Acción bien llevada
a cabo gracias a la multitud de armas y habilidades que podemos ir
adquiriendo fase tras fase, aunque como si de un
Metroidvania se
tratase, siempre podemos volver a pantallas anteriores con nuevas
posibilidades para desbloquear nuevos caminos que nos lleven a más
habilidades.
Todo esto añadido a una no necesaria pero agradecida exploración,
hace que una aventura sencilla de cuatro o cinco horas pueda llegar a
más del doble de duración, más aun contando con que todo está adornado
con
detalles para el completista, como marcadores, puntuaciones por estrellas, tiempos a batir o retos a completar en cada fase,
como completarlas sin saltar. Esto último, algo absurdo, ya que algo
que caracterizaba al original era la ausencia de salto, y en esta
ocasión no es que aporte gran cosa.
Sí que tienen una mayor importancia a las maniobras aéreas, pero contando con que
el
juego está hecho para poder ser completado sin saltar, es un movimiento
redundante y que en muchas ocasiones casi complica más la situación la costumbre de intentar avanzar un poquito más en el aire con un salto
previo al balanceo. En general, con salto o no, es un juego fácil hasta
en el más duro de los tres niveles de dificultad, con un diseño de
niveles que no llega a la suela de los del original. Y es que ya que vas
a tender a la abstracción por el mero hecho de ser una obra de ficción,
¿a quién va a importarle que una plataforma flote donde no debería?
No
todo tiene por qué tener lógica en un mundo en el que un señor con
bigote se las da de ciber-Tarzán y primo segundo de Rambo, y es esa
falta de abstracción la que hace que el plataformeo sea algo muy simple,
que incluso lo más rebuscado para alcanzar un objeto oculto, no es ni
comparable con una situación obligatoria del primer Rearmed.
El cooperativo (sólo local) tampoco aporta nada extra a la
experiencia, con lo que en definitiva, deja a este Rearmed 2 como un
buen juego, pero muy a la zaga del primer Bionic Commando, a pesar de
tener más posibilidades, lo que no quiere decir que sea más incompleto,
sino que es menos redondo. Se deja jugar por todos los públicos, tiene
acción, humor y alicientes suficientes para jugar una y otra vez cada
fase, pero un juego tan fácil y tan simplemente diseñado no puede
pretender captar el espíritu retro.
NOTA FINAL: 6